Así no hay manera. Con tanto cambio climático, tantas alteraciones en las estaciones… Ya no sabe uno cuándo reservar un fin de semana para salir a fotografiar esta estación del año tan mágica, donde se ve cómo cambia de color, de manera tan radical, los bosques de hoja caduca.
Pues como te digo, planificas, reservas alojamientos y te vas con mucha ilusión a un bosque de hayas.
Y cuando llegas, te encuentras que el suelo está lleno de hojas amarillas, BIEN! Pero las hojas de los árboles están verdes, MAL!
Bueno, venga. Qué más da. el suelo es espectacular y hay verdín…
Qué equipo uso para estos menesteres?
Como siempre, la Canon EOS 5D Mark IV, Canon 16-35 f/4 y el 8-15 f/4
Trípode? Para qué? No hay agua, no hay cielo… Por lo que me dejo el trípode en el maletero del coche y un peso menos.
El trípode lo suelo utilizar cuando realiza largas exposiciones. Pero en esta ocasión la ausencia del mismo me aporta rapidez, más libertad de movimientos… Y por consiguiente sin limitaciones a la hora de componer.
Si veis que os salen un tanto trepidadas, subir el ISO, así ganaremos sensibilidad y por consiguiente podremos aumentar la velocidad de obturación.
Normalmente en paisaje suelo realizar las fotografías bajando el punto de vista, para ofrecer al espectador un punto de vista que normalmente no suele ver.
Y aquí entra en juego el ojo de pez.
Es un objetivo que requiere una curva de aprendizaje, porque te entra todo! y a nivel compositivo es complicado en algunas ocasiones.
Pero en esas ocasiones en las que te encuentras con esta haya tan bonita, te tumbas en el suelo, y encuadras… Obtienes una composición muy diferente y llamativa.
Espero que os haya gustado este acercamiento al inicio del Otoño… El año que viene, otro intento para obtener esas fotografías con hojas rojas…
CIAO!
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